Presentación

Politizaciones del malestar parte de la voluntad de profundizar en otras maneras de gestionar el malestar desde los procesos creativos configurando un itinerario articulado por varias experiencias que perfilan el malestar a partir de su dimensión política, colectiva, devolviendo a la sociedad lo que ésta invisibiliza.

Como respuesta a esta progresiva “alienación”, que se articula desde las instituciones hegemónicas, el arte puede transformarse en una vía para buscar otras maneras de relacionarse con el malestar, para asumir un rol activo y responsable hacia la propia realidad. Estos procesos creativos para gestionar la inquietud, trabajados mediante una dimensión individual y colectiva, participativa y política, muestran como el arte puede devenir un instrumento para canalizar los conflictos. La relación entre lo íntimo y lo público, vinculado al principio «lo personal es político» y a «la ética del cuidado», conecta con la creación de «otras maneras» de gestionar y politizar los malestares desde la creación, potenciando así un pensamiento crítico. 

En estas últimas décadas, dentro del territorio catalán, numerosos creadores, curadores e investigadores, han profundizado en la creación entendida como un instrumento para la mediación, la articulación social y también como herramienta para dar forma y enfocar varias problemáticas. El presente archivo digital recoge proyectos artísticos que reflexionan sobre la gestión de los malestares y, a la vez, aglutina las actividades desarrolladas dentro del proyecto Politizaciones del malestar. El archivo digital se concibe como una base de datos –abierta a nuevas incorporacions de autores y proyectos- de utilidad para historiadores, artistas, investigadores y comisarios.

 

Antecedentes del archivo web Polititzaciones del malestar
Introducción al proyecto Politizaciones del malestar (2017)

Por Nora Ancarola, Daniel Gasol y Laia Manonelles Moner

La honestidad con lo real no se define por sus temas, por sus procesos
ni por sus lugares, sino por la fuerza de su implicación y sus anhelos.(*1)

Griselda Pollock, en su trabajo Trauma y memoria cultural: cultura y catástrofe en el siglo xx, (*2) ya nos alertaba de los peligros de los trabajos que reflexionan sobre los grandes conflictos sin generar un espacio donde la transformación y la gestión del dolor sea posible. Es en este texto y en otros más recientes (*3) en que la autora señala a los artistas y los procesos creativos como «ejemplares» en cuanto a la posibilidad de generar símbolos que permitan la liberación del significado y que generen un verdadero camino hacia la transformación.

Politizaciones del malestar está concebido también como un proyecto interdisciplinario que reflexiona sobre la gestión del desasosiego a partir de varias perspectivas. En la sociedad actual el malestar se trata, principalmente, desde la psiquiatría y la psicología conductista, que aumentan la medicalización de las desazones, de las preocupaciones, y propician una gestión pasiva. Ante esta progresiva alienación, que se articula desde las instituciones hegemónicas, encontramos que en el arte acontece una vía efectiva para buscar otras maneras de relacionarse con la inquietud, para asumir un rol activo y responsable hacia la propia realidad.

La consigna "lo personal es político" de Carol Hanish —en las manifestaciones feministas de Nueva York de los años sesenta— deriva en textos analíticos como el inspirador de Carol Gilligan (*4) donde la «ética del cuidado» llega a nuestros días a través de voces como la de Joan Tronto (*5) desde la visión antropológica, por lo que hoy podemos hablar de una «estética del cuidado», desarrollada desde la clara voluntad de gestionar «dolores» privados con instrumentos que permitan, a su vez, ser vehículo de transformación social.

El proyecto Politizaciones del malestar se articula en tres ejes que profundizan en estas «otras maneras» de gestionar y politizar el malestar desde los procesos creativos:
- Debates y jornadas, entendiéndolos como instrumento para construir una historiografía cultural entorno a los temas que nos ocupan.
- Acompañamiento de proyectos artísticos que hayan empleado o se propongan emplear la creación 4 como forma de canalizar el malestar individual y sistémico.
- Visibilización de las reflexiones y de los proyectos.

En esta primera etapa del proyecto Politizaciones del malestar hemos podido contar con la complicidad del Arts Santa Mònica y su director Jaume Reus, con quien hemos diseñado un recorrido que nos ha permitido realizar incursiones en los tres ejes de nuestro ideario.

En primer lugar, los debates se originan con unas jornadas abiertas al público, Politizaciones del malestar: procesos creativos y experiencias compartidas, donde pudimos contar con la presencia de dos curadores, Martí Peran —«Indisposición general. Ensayo sobre la fatiga»— y Anna Manubens —«Visceral Blue»—, la perspectiva de dos colectivos, Espai en Blanc y BAR project, y el marco filosófico de Amador Fernández- Savater.

En segundo lugar, el proceso de acompañamiento de los proyectos de Virginia García del Pino, Rufino Mesa y el colectivo Enmedio ha sido para nosotros un privilegio y un espacio de conocimientos compartidos. En cuanto a nuestro interés por dar visibilidad a los proyectos en el marco del debate, agradecemos la colaboración de Rayo Verde Editorial, y en especial a Laura Huerga, por la cuidada publicación de estos textos, en los que se pretende mostrar un principio del estado de la cuestión de los artistas y colectivos que trabajan en la gestión del malestar, dentro del marco territorial catalán.

La primera muestra expositiva en la Sala Max Cahner del Arts Santa Mònica se desarrollará entre los meses de octubre y diciembre de 2017, con las aportaciones de los proyectos de Francesc Abad, Nora Ancarola y Marga Ximenez, Pep Dardanyà, Domènec, Núria Güell, Josep-Maria Martín, Pilar Millán, Matilde Obradors, Carlos Pina, María Ruido y Eulàlia Valldosera. En ella podremos ver un primer diálogo entre proyectos artísticos en que, a nuestro entender, se propone una gestión del malestar politizada.

Finalmente nos gustaría señalar y agradecer la colaboración de otras instituciones que han hecho posible el desarrollo y la expansión del proyecto Politizaciones del malestar: Bòlit de Girona y su directora Carme Sais, que ha facilitado la ampliación del proyecto de Virginia García del Pino El que canta su mal espanta; la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, a través de Albert Macaya, que acogió la obra Família de Rufino Mesa; y el Centre d’Art Maristany de Sant Cugat, puesto que, a través de Andreu Dengra y Joana Roda, hemos podido ampliar el taller del colectivo Enmedio y es posible que la exposición de Marga Ximenez «Heterónimos: una intersección de procesos» pueda abrir un espacio de debate dentro del marco de Politizaciones del malestar.

En un apartado especial, queremos agradecer también la colaboración de Can Manyé, espacio de arte y creación de Alella, cuya directora Mercè Pomer acogerá la exposición «Optimización combinatoria» de Ulla Blanca Lima y Nora Ancarola, un proyecto artístico creado desde un espacio educativo y su prolongación en el Instituto Alella, donde Xavier Sert y Leticia Rodríguez realizaron un proyecto de mediación artística. Gracias también a la Universidad de Barcelona y al grupo de investigación Arte, Arquitectura y Sociedad Digital.