Proyecto educativo
Taller: Gestión del malestar
Taller proyectado por Letícia Rodríguez y conducido por Xavi Sert.
Registro a cargo de Ulla Blanca Lima.
6, 10 y 11 de octubre del 2017.
Alumnos de la optativa Visual y Plástica del Instituto de Alella
Con la colaboración de la profesora Montse Agustí
Durante tres días un grupo de casi 30 alumnos del Instituto de Alella ha participado en un taller de arte para trabajar, conjuntamente, el concepto de malestar desde su punto de vista personal.
La investigación del concepto, su significado y la visión de cada cual ante el que han considerado que son sus malestares, ha acontecido la base para desarrollar y canalizar un proyecto mediante la práctica artística desde diferentes disciplinas: pintura, collage y ensamblaje.
A partir de estas experiencias se han generado unas dinámicas que en sí mismas son nuestra aportación para gestionar el malestar desde la creación artística, para acercarnos brevemente al trabajo que supone encarar un conflicto para intentar resolverlo. Sabemos que esta no es una tarea que se pueda resolver en tres días, pero nuestro intento quiere transmitir que aquello que se quiere transformar no nos tiene que dar miedo y que el arte y los procesos artísticos son una herramienta eficaz para remover conciencias.
Durante el trayecto de esta experiencia hemos hecho parada en ejercicios artísticos tomando como referentes el mito de la cavernade Platón, con la idea de la revolución individual para la transformación global, así como el fluctuar existencial postulado por Zygmunt Bauman a La Modernidad Líquida, visionando la reveladora pieza de vídeo La Feria de las Flores de Núria Güell -artista incluida a la exposición Politizaciones del Malestar- o acercándonos al universo mágico de Judith Scott, una artista recluida y libre como pocas.
La ceguera del artista, por ejemplo, se ha plasmado al lienzo mural pintando con los ojos tapados, con el guiaje y apoyo entre compañeros para poder expresar gráficamente las sensaciones de malestar escogidas. También se ha realizado un mural espontáneo donde se representa, en dibujos simples plenos de sinceridad, el que para los alumnos es su malestar, su molestia, sus inquietudes o preocupaciones, pidiendo a otro compañero que intervenga con posterioridad para arreglar el mal rollo, el desasosiego, añadiendo la solución gráfica que considere mejor.
El resultado es una impronta colectiva, visceral y potente, de un grupo de jóvenes como cualquier grupo de jóvenes de cualquiera otro lugar.