2017
Instalación en piedra de Alcover
Colaboradores: Sílvia Itúrria March, Ton Tarragó Cavallé, Joan Sousa Itúrria y Quim Sousa Itúrria
El malestar en la familia. Cuando era niño, viví los años míticos en un entorno rural. Era una vida humilde, casi no tenía nada, y fui feliz.
Recuerdo que en aquel tiempo hice una cueva a las vertientes de «la cantera»; los farallones rocallosos de la Corona en Ejea de los Caballeros (Zaragoza). Era un templo pequeño, diminuto, una piel de roca que me protegía, un vestido elaborado y motivado por impulsos atávicos. Fue un acto simbólico que entonces no entendí, me apliqué y, sin saber nada, construí una piel protectora que me acompañó por siempre jamás.
La experiencia se me grabó a la memoria de forma que todavía lo recuerdo con afecto. Un juego de niño que va colrar la piel y formalizó la capa protectora del ser. Con los años y el mismo concepto de entonces he hecho la serie “Arquitectura a secas”. Es un trabajo complejo que comprende todas las transiciones humanas, los pasos esenciales que advertimos a la vida: la gestación, el nacimiento, la unión en pareja… La familia y La cuidadora son las últimas obras, y seguramente aquí quedará este todo con este medio.
Recordar aquellos acontecimientos me confirma el malestar que vivimos hoy, una época cargada de desazón y rodeada de artefactos. La diferencia fundamental se experimenta al si de la familia; sólo hay que mirar las estadísticas sobre divorcios, separaciones, agresiones de género, abortos, niños sin padre, madres solteras, separadas, abuelos empobrecidos, abandonados a sus propias casas y algunos aparcados en geriátricos hasta la muerte.
La institución familiar pasa hoy por instantes difíciles, quizás es la crisis más grande de la realidad humana y es la prueba indiscutible de la sociedad del malestar. Los procesos de cambio a la sociedad moderna comportan falladas en las libertades individuales, en las relaciones de pareja, entre padres e hijos y, fundamentalmente, en la organización esencial y afectiva de los individuos.
Moralmente, la institución familiar está rota, y en su lugar se han abierto todas las relaciones posibles entre los individuos. Ahora constatamos que hemos conquistado la apariencia de libertad y perdido el amparo del próximo. Se ha perdido la seguridad del afecto y la mengua de confianza nos causa dolor. La incesante conquista del yo subjetivo ha violado el refugio natural, el lecho sensible del hogar, y con esto se han agredido los derechos de los más débiles: los niños y los abuelos.
Proyecto producido por Arts Santa Mònica en el marco de Politizaciones del malestar.
Recorrido del proyecto. ¿Dónde se encuentra la obra?
La família
